Mal de teclas

La actriz fue como de costumbre al consultorio de su dentista pero esta vez no fue sólo con la intención de que arregle su dentadura sino que también buscó tener otro tipo de contacto. Al parecer, apenas llegó al consultorio del odontólogo, la bella artista se acostó sobre la camilla y, luego de abrirse de piernas, se echó desodorante en sus partes íntimas, invitando al profesional a mantener relaciones carnales. A pesar de la jugada maniobra de ella, el tordo optó por hacerse el dolobu y continuar con la consulta como si nada hubiera ocurrido. ¿Fuerte no?

3 comentarios:

Woman dijo...

Muy dificil, ni una pista. Lo de Rinaldi (en el enmascarado del viernes) se lo mandé por mail porque me harta se haga el pendejo jeje.

la tana dijo...

no se quien es, pero imaginar esa situacion me hizo reir mucho...GRACIAS!

Anónimo dijo...

quiero saber mas, pasen mas data de este chimento