¡Teléfono!

El maltratador número one de los medios, con tal de estar presente en el programa más exitoso de la pantalla chica, es capaz de ir sin cobrar un sope. A esta altura, según me cuentan, está regaladísimo. Yo me atrevería a decir que por el pancho y la coca se sienta. ¡Qué triste es lo tuyo! ¡Patético! Los mediocres siempre terminan igual.