¡Fantástica, fantástica esta fiesta!

Un amigo del rioba fue testigo de la fiestita blanca que se llevó a cabo por obra y gracia de un primer empresario de nuestro país. Dicen que contrataron a doce prostitutas y que pidieron mozos no mozas para el servicio de catering, siempre para preservar la intimida del grupo. Hubo mucho whisky, mucho sexo y muchas sustancias prohibidas. Se descorchó mucho, sobre todo eso, y la velada concluyó a las nueve de la matina. La pareja de una conductora de tevé integraba la lista de famosos junto a un rugbier de primer nivel y con porte internacional. “Me voy a sacar la purpurina así mi esposa no se da cuenta”, disparó el jugador del deporte que se juega con la pelota ovalada. Me aseguran que siempre se dan este tipo de fiestitas y que es un hábito que suelen tener estos hombres de la noche y con mucha pero mucha teca. He dicho.

El Enmascarado